Lucía creció en un pequeño pueblo salmantino, y en su buhardilla azul creaba cada tarde una historia diferente, hasta que aprendió que aquello era una profesión. Así, ha ido recibiendo clases de teatro, cámara, teatro musical, piano, canto, coro, danza contemporánea, jazz, urbana y un largo etcétera a lo que se suma su formación autodidacta en guitarra y ukelele.
Su mayor virtud es su sensibilidad, pero también su creatividad, entusiasmo e iniciativa.
Actualmente reside en Madrid, donde continúa su formación en el Laboratorio de Teatro William Layton o Central de Cine, entre otros, y comienza a labrar su carrera, tanto en cine como en teatro.